La Comisión Europea ha lanzado una propuesta para convertir al USB-C en el estándar universal para móviles, tabletas y todos los accesorios electrónicos en general. Estas son las razones que esgrime la institución del viejo continente.
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Reducir la basura tecnológica
La razón principal de Europa en esta Directiva se basa en la lucha contra la basura tecnológico que se genera en el mundo, aunque también hay razones para beneficiar a los usuarios.
Según datos de la Comisión, en 2020 se vendieron en la UE unos 420 millones de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos portátiles. Por término medio, los consumidores poseen unos tres cargadores de teléfonos móviles, de los cuales utilizan dos de forma habitual.
A pesar de ello, el 38% de los consumidores afirma haber tenido problemas al menos una vez al no poder cargar su teléfono móvil porque los cargadores disponibles eran incompatibles. La situación no sólo es incómoda, sino también costosa para los consumidores, que gastan aproximadamente 2 400 millones de euros al año en cargadores independientes que no vienen con los dispositivos electrónicos. Además, se calcula que los cargadores desechados y no utilizados acumulan hasta 11.000 toneladas de residuos electrónicos cada año.
USB-C: puerto estándar
Por todo ello, Europa cree que ha llegado el momento de ponerse más estrictos y proponer una legislación que convertiría al USB- en el puerto estándar para todos los teléfonos inteligentes, tabletas, cámaras, auriculares, altavoces portátiles y consolas de videojuegos de mano.
Además, la Comisión propone desvincular la venta de cargadores de la venta de dispositivos electrónicos. Esto mejorará la comodidad de los consumidores y reducirá la huella medioambiental asociada a la producción y eliminación de los cargadores, apoyando así las transiciones ecológica y digital.
La institución cree que no llevaría un gran esfuerzo adoptar la medida del USB-C porque admite ya hay cierto camino recorrido. Años de trabajo con la industria en un enfoque voluntario ya redujeron el número de cargadores de teléfonos móviles de 30 a 3 en la última década, pero para Europa no ha sido suficiente.
Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva para una Europa preparada para la era digital, ha declarado que «los consumidores europeos llevaban mucho tiempo frustrados por la acumulación de cargadores incompatibles en sus cajones. Hemos dado mucho tiempo a la industria para que proponga sus propias soluciones, y ahora ha llegado el momento de tomar medidas legislativas para conseguir un cargador común. Es una victoria importante para nuestros consumidores y el medio ambiente, y está en consonancia con nuestras ambiciones ecológicas y digitales».
Por su parte, el Comisario Thierry Breton, responsable de Mercado Interior, ha declarado lo siguiente: «los cargadores alimentan todos nuestros dispositivos electrónicos más esenciales. Con cada vez más dispositivos, se venden cada vez más cargadores que no son intercambiables o que no son necesarios. Estamos poniendo fin a esto. Con nuestra propuesta, los consumidores europeos podrán utilizar un único cargador para todos sus aparatos electrónicos portátiles: un paso importante para aumentar la comodidad y reducir los residuos.»
¿Qué implica el USB-C como puerto único universal?
De prosperar esta iniciativa, los consumidores podrán cargar sus dispositivos con el mismo cargador USB-C, independientemente de la marca del dispositivo. Además, la tecnología de carga rápida armonizada contribuirá a evitar que los distintos fabricantes limiten injustificadamente la velocidad de carga y ayudará a garantizar que la velocidad de carga sea la misma al utilizar cualquier cargador compatible con un dispositivo.
Asimismo, las futuras compras de dispositivos electrónicos serían ya sin un nuevo cargador. Esto limitará el número de cargadores no deseados que se compran o se dejan sin usar. Se calcula que la reducción de la producción y eliminación de cargadores nuevos reducirá la cantidad de residuos electrónicos en casi mil toneladas al año.
Desde el punto de vista de los fabricantes, estos tendrán que proporcionar información relevante sobre el rendimiento de la carga, incluida la información sobre la potencia requerida por el dispositivo y si es compatible con la carga rápida. Esto facilitará a los consumidores comprobar si sus cargadores actuales cumplen los requisitos de su nuevo dispositivo o les ayudará a seleccionar un cargador compatible. En combinación con las demás medidas, esto ayudaría a los consumidores a limitar el número de cargadores nuevos que compran y les ayudaría a ahorrar 250 millones de euros al año en compras innecesarias de cargadores.
Adaptación paulatina: próximos pasos
La propuesta de revisión de la Directiva sobre equipos radioeléctricos presentada hoy deberá ser adoptada por el Parlamento Europeo y el Consejo mediante el procedimiento legislativo ordinario (codecisión). Un periodo de transición de 24 meses a partir de la fecha de adopción dará a la industria tiempo suficiente para adaptarse antes de la entrada en vigor.
Para tener finalmente un cargador común, se requiere una interoperabilidad total en ambos lados del cable: el dispositivo electrónico y la fuente de alimentación externa. La interoperabilidad en el lado del dispositivo, que es con mucho el mayor reto, se conseguirá con la propuesta de hoy. La interoperabilidad de la fuente de alimentación externa se abordará en la revisión del Reglamento de diseño ecológico de la Comisión. Este se pondrá en marcha a finales de este año para que su entrada en vigor pueda coincidir con la propuesta de hoy.
Apple, en contra
Ya han surgido respuestas ante esta propuesta Europea. Uno de los mayores fabricantes, Apple ha criticado esta regulación, ya que, según la multinacional, “sofoca la innovación y perjudicaría a los consumidores de Europa y todo el mundo”. Eso sí, su nuevo iPad mini incorpora ya el USB-C.
Desde el comparador de precios y experto en ecommerce, idealo.es, señalan que “las medidas que permiten que los consumidores tengan un mayor poder de decisión, a la vez que ayudan a cuidar el medio ambiente, siempre son una buena noticia”, Adrián Amorín, Country Manager del comparador de precios, idealo.es, y añade que “es comprensible que empresas como Apple se sientan perjudicadas, aunque hay que destacar que desde la Unión Europea se ha señalado que, de aprobarse esta directiva, ofrecería a las compañías un periodo de transición de dos años”. “Con todo, si queremos cumplir con los compromisos medioambientales autoimpuestos por la propia Unión Europea, hay que tomar decisiones innovadoras como ésta”.