ChatGPT no solo ha cambiado nuestra forma de buscar información por Internet – se está comiendo a Google – sino que ahora también puede transformar la manera en que compramos con la opción Instant Checkout. Imagina que estás conversando con ChatGPT para pedir recomendaciones de un buen regalo, y de repente aparece un botón: “Comprar ahora”. Lo tocas, confirmas los datos, y listo: el producto se envía sin que abandones el chat.
En esto consiste básicamente la función Instant Checkout impulsada por OpenAI y Stripe, Técnicamente, el Agentic Commerce Protocol (ACP), un estándar abierto co-desarrollado por OpenAI y Stripe, permite que agentes de IA como ChatGPT gestionen las transacciones de forma segura, eficiente y “sin fricciones”.
Desde su lanzamiento, Instant Checkout ya está activo para usuarios de EE. UU. comprando en tiendas Etsy desde ChatGPT. En próximas semanas, se espera que se incorporen miles de comercios Shopify. Los usuarios pueden pagar con métodos populares como Apple Pay, Google Pay o su tarjeta habitual, y el flujo de compra sucede sin salir de la conversación.
Instant Checkout en ChatGPT: del chat a la compra
Hasta ahora, ChatGPT era un asistente para descubrir productos, resistir recomendaciones o resolver dudas. Con Instant Checkout, el proceso da un salto: el usuario puede, desde el mismo chat, pulsar “Comprar”, confirmar dirección y método de pago, y completar la transacción sin salir de la conversación
El motor detrás de esa experiencia es el protocolo ACP. Lo que hace es coordinar entre ChatGPT, el usuario y el sistema de comercio del vendedor para que todo fluya con seguridad y transparencia:
- El agente de IA muestra productos, administra el carrito y recoge la autorización del usuario.
- Al confirmar la compra, ChatGPT envía una solicitud al vendedor mediante ACP.
- El vendedor, con su sistema habitual, puede aceptar o rechazar el pedido, procesar el pago y gestionar envío o devoluciones.
Para los pagos, se utiliza un mecanismo llamado Shared Payment Token (SPT), un token de uso único que representa el pago autorizado sin revelar los datos de la tarjeta del usuario. Esto permite que la IA actúe “por ti” pero sin comprometer tu información financiera.
Desde el punto de vista del vendedor, la magia es que esta experiencia convive con su infraestructura existente. No es necesario rediseñar completamente el backend: si ya trabajas con Stripe, basta una integración mínima para habilitar pagos con ACP. Si usas otro sistema, puedes usar la API de tokens compartidos o conectarte con las especificaciones delegadas del ACP.
Además, OpenAI afirma que los productos con pago instantáneo no reciben ventajas en el orden de los resultados: la relevancia se mantiene, sin favoritismos comerciales.
Una nueva oportunidad para el ecommerce
Sin duda, esto abre una nueva oportunidad para la facturación del ecommerce. De hecho, estos son los beneficios que podría aportar Instant Checkout a las tiendas online:
- Conversaciones que se convierten en ingresos
Un usuario que consulta “mejor altavoz portátil por menos de 100 €” puede ver opciones y comprar en el momento. Esa capacidad de convertir interés en acción en segundos reduce la fricción: menos clics, menos abandonos. Es el comercio optimizado para el momento, no para sitios web.
- Acceso a una audiencia masiva
ChatGPT tiene cientos de millones de usuarios semanales. Convertir la IA en una interfaz de venta directa significa llegar a personas que quizá no visitarían tu tienda o redescubrir tus productos en un contexto conversacional.
Además, el hecho de que los resultados aparezcan por relevancia orgánica abre puertas a vendedores más pequeños que compiten por calidad y ajuste al usuario, no solo por inversión publicitaria.
- Mantener el control
Aunque parezca que todo se maneja “por detrás”, el vendedor sigue siendo el merchant of record: tú decides qué ofrecer, cómo gestionar el pedido, las políticas de devolución y el soporte. La IA facilita la compra, pero no reemplaza la relación con el cliente.
Esto es crucial para las marcas que temen perder el control de la experiencia de cliente. ACP fue diseñado para que los agentes (IA) no “se adueñen” de la venta, sino que colaboren sin intermediar en la propiedad de la relación.
Desafíos en el camino hacia la revolución comercial
Ninguna innovación es perfecta desde el inicio, y esta tampoco lo es. Así que conviene reseñar algunos retos que en estos momentos están encima de la mesa:
- Confianza y seguridad: las compras autorizadas por IA requieren protocolos robustos para evitar fraudes y abusos. ACP debe asegurar que cada token y pedido estén verificados y autorizados por el usuario.
- Errores de interpretación: la IA debe entender bien lo que el usuario quiere. Un mal entendimiento podría generar compras equivocadas o insatisfactorias.
- Desconfianza del consumidor: ¿está preparado el público para que una máquina realice compras “por él”? El paso psicológico de revisar un carrito o confirmar en un sitio web ahora ocurre en una pantalla de chat.
- Estándares emergentes: OpenAI y Stripe no son los únicos desarrollando protocolos de comercio para IA. Google tiene su propio proyecto AP2, y Coinbase promueve estándares como x402. La interoperabilidad será clave.