Un transductor es un objeto que convierte una forma de energía – típicamente una señal – en otra. Mucho se puede encontrar en la casa, fuera de ella, de camino al trabajo, o incluso en la mano. De hecho, el cuerpo humano (incluyendo las manos) está lleno de diferentes tipos de transductores que entendemos de manera innata.
Altavoces: Un ejemplo clásico
Un altavoz es un tipo de transductor que convierte la energía eléctrica (la señal de audio) en energía mecánica (vibración del cono del altavoz y del diafragma). Esta vibración transfiere energía cinética al aire circundante, lo que resulta en ondas sonoras que pueden ser escuchadas. La velocidad de la vibración determina la frecuencia.
Transductores biológicos
Los transductores aparecen en una variedad de tipos que convierten diferentes formas de energía, tales como fuerza, luz, electricidad, energía química, movimiento y calor. Usted puede pensar en un transductor más simplemente como un traductor. Los ojos son transductores que convierten las ondas de luz en señales eléctricas, que luego se llevan al cerebro para crear imágenes. Las cuerdas vocales vibran al pasar el aire y, con la ayuda de la boca, la nariz y la garganta, producen sonido. Los oídos son transductores que captan las ondas sonoras y también las convierten en señales eléctricas enviadas al cerebro. Incluso la piel es un transductor que convierte la energía térmica en señales eléctricas que nos ayudan a determinar el calor y el frío.
Transductores de audio para el hogar
Un ejemplo clásico de transducción en su mejor momento es un disco de vinilo y un altavoz. El cartucho fotográfico de una plataforma giratoria cuenta con un lápiz táctil (también conocido como «aguja») que se desplaza a través de las ranuras del disco, que son representaciones físicas de la señal de audio. Este acto convierte la energía mecánica en eléctrica, que luego pasa al altavoz. El altavoz utiliza esta energía eléctrica para mover el cono y el diafragma, produciendo así frecuencias que podemos oír. Un micrófono funciona a la inversa, transfiriendo la energía mecánica de las ondas sonoras a señales eléctricas para su almacenamiento o reproducción en el futuro.
El mismo concepto se aplica a los sistemas de audio que utilizan cintas de casete o medios de CD/DVD. En lugar de utilizar un lápiz táctil para transducir la energía mecánica (como con un disco de vinilo), una cinta de cassette tiene sus patrones de magnetismo leídos por medio de un electroimán. Los CDs y DVDs requieren que los láseres ópticos reboten los rayos de luz para poder leer y transformar los datos almacenados en señales eléctricas. Los medios digitales entran en cualquiera de las dos categorías mencionadas anteriormente, dependiendo del medio de almacenamiento. Obviamente, hay más elementos involucrados en cualquiera de estos procesos, pero el concepto sigue siendo el mismo.