Los analistas financieros, escritores de ciencia ficción y otros profesionales de la tecnología hacen predicciones sobre el futuro como parte de su trabajo. A veces las predicciones se hacen realidad, pero a menudo están equivocadas (y a veces, muy equivocadas). Aunque predecir el futuro puede parecer una mera conjetura y una pérdida de tiempo, puede generar discusiones y debates que conducen a buenas ideas (o al menos a proporcionar algo de entretenimiento).
Predecir el futuro de las redes – Evolución y revolución
El futuro de las redes informáticas ha sido especialmente difícil de predecir por tres razones:
- Las redes informáticas son técnicamente complejas, por lo que a los observadores les resulta difícil comprender los desafíos y ver las tendencias.
- Las redes informáticas e Internet están bien comercializadas, sometiéndolas a los efectos de la industria financiera y de las grandes corporaciones.
- Las redes operan a escala mundial, lo que significa que las influencias perturbadoras pueden surgir desde casi cualquier lugar.
Dado que la tecnología de redes se ha desarrollado a lo largo de varias décadas, sería lógico suponer que estas tecnologías también seguirán evolucionando gradualmente en las próximas décadas. Por otra parte, la historia sugiere que las redes informáticas podrían quedar obsoletas algún día debido a algún avance técnico revolucionario, al igual que las redes telegráficas y telefónicas analógicas.
El futuro del trabajo en red: una visión evolutiva
Si la tecnología de redes continúa desarrollándose tan rápidamente como en los últimos veinte años, también deberíamos esperar ver muchos cambios en las próximas décadas. He aquí algunos ejemplos:
- IPv6 finalmente toma el relevo: Los expertos predijeron la desaparición del IPv4 hace mucho tiempo, ya que se esperaba que Internet se quedara literalmente sin espacio de direcciones. Eso nunca sucedió, pero el IPv6 parece estar a punto de desplazar finalmente al IPv4 en las redes de todo el mundo. (Simplemente no apueste a que suceda demasiado pronto.)
- Los nombres de dominio se vuelven obsoletos: Espere que el precio de los dominios punto com se bloquee y que los dominios, más el Sistema de Nombres de Dominio (DNS), desaparezcan con el tiempo a medida que los navegadores web sean capaces de navegar a sitios web únicamente a través del reconocimiento de voz, los movimientos oculares y/o las interfaces táctiles.
- Los enrutadores de banda ancha y otras pasarelas domésticas se vuelven obsoletas: A medida que las personas terminan siendo propietarias de cientos de dispositivos móviles y portátiles que necesitan comunicarse tanto dentro de la casa como fuera de ella, la instalación de enrutadores fijos dentro de una casa para administrar el tráfico ya no tendrá sentido: Todos los dispositivos se comunicarán entre sí y con Internet directamente.
El futuro del trabajo en red: una visión revolucionaria
¿Internet seguirá existiendo en el año 2100? Es difícil imaginar un futuro sin ella. Sin embargo, es muy posible que Internet, tal como la conocemos hoy en día, sea destruida algún día, incapaz de resistir los ataques cibernéticos cada vez más sofisticados a los que se enfrenta incluso hoy en día. Los intentos de reconstruir Internet probablemente conducirán a batallas políticas internacionales debido a la enorme cantidad de comercio electrónico en juego. En el mejor de los casos, la Segunda Internet puede ser una gigantesca mejora con respecto a su predecesora y conducir a una nueva era de conexión social mundial. En el peor de los casos, servirá para propósitos puramente opresivos similares a los de «1984» de George Orwell.
Con nuevos avances técnicos en electricidad y comunicaciones inalámbricas, además de los continuos avances en la potencia de procesamiento de los chips, incluso de los más pequeños, también se puede imaginar que las redes informáticas algún día ya no necesitarán cables o servidores de fibra óptica. La actual red troncal de Internet y los centros de datos de red masiva podrían ser reemplazados por comunicaciones totalmente descentralizadas al aire libre y de libre energía.