Cada puente o periodo de vacaciones, surgen todo tipo de estafas vacacionales. Al margen de una enfermedad, lo peor que le puede pasar a una persona es que le arruinen sus vacaciones. Fraudes siempre ha habido, de todo tipo, pero ahora que todo lo gestionamos de manera digital, las trampas se han multiplicado.
Cabe recordar que la industria del turismo es uno de los puntales económicos de España. Se mueve cada año millones y millones de personas sean turistas nacionales o extranjeros. Ante tal cuestión, es lógico que la mirada de los hackerse se centre en este sector como uno de sus favoritos.
Llega Semana Santa: cuidado con las estafas vacacionales
La proximidad de la Semana Santa incita a muchos españoles a buscar ofertas de última hora en internet para disfrutar de unas vacaciones cortas. Según la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (FAHAT), se espera que la ocupación durante este periodo alcance aproximadamente el 80%, y la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) prevé un aumento de hasta un 6% en las reservas en comparación con el año anterior.
Detrás de estas excelentes previsiones, se pueden esconder muchos riesgos de estafas vacacionales para aquellos que confían en páginas web poco fiables que prometen lujosas vacaciones a precios irrisorios. Seamos claros y apliquemos un dicho que ha existido toda la vida: nadie da duros a pesetas.
Más allá de aplicar la sabiduría del refranero, Avast, líder mundial en seguridad digital y privacidad, busca alertar a la población sobre los riesgos de reservar a través de terceros, ya que cada vez más se registran estafas vía aplicaciones de reserva de vuelos, hoteles y apartamentos vacacionales.
¿Dónde se concentra la gran mayoría de estafas vacacionales?
Aunque se hable de mucha sofisticación variedad donde se uno se puede encontrar con una de las variadas estafas vacacionales, estos son los momentos y plataformas más típicas donde se desarrollan los fraudes relacionados con el turismo:
- Ofertas falsas en páginas web: Crean anuncios o páginas web con ofertas de viaje extremadamente atractivas, como paquetes vacacionales a precios irrisorios o vuelos con descuentos exagerados. Una vez que las personas hacen la reserva y pagan, descubren que la oferta era falsa y pierden su dinero.
- Webs de viajes falsas: Crean sitios web que imitan a las agencias de viajes legítimas para engañar a los usuarios. Estas páginas ofrecen reservas de hoteles, vuelos o paquetes vacacionales inexistentes o no relacionados con empresas reales, lo que puede resultar en la falta de confirmación de reserva o la pérdida de datos personales y financieros.
- Phishing y correos electrónicos fraudulentos: Envían correos electrónicos falsos que simulan ser de agencias de viajes legítimas, aerolíneas o plataformas de reserva. Estos correos suelen contener enlaces maliciosos o solicitudes de información personal y financiera, lo que puede resultar en robo de identidad o fraude financiero.
- Estafas de alquiler vacacional: Publican anuncios de alquileres vacacionales falsos en plataformas en línea, ofreciendo propiedades inexistentes o no disponibles para alquilar. Las personas que reservan y pagan por adelantado pueden descubrir que la propiedad no es real o que no pueden acceder a ella cuando llegan al destino.
3 consejos para evitar fraudes
Luis Corrons, Security Evangelist de Avast, ofrece tres sencillos consejos para protegerse de posibles amenazas en línea al reservar ofertas para esta Semana Santa:
- Investigar la reputación del sitio web o empresa antes de realizar cualquier reserva o pago en línea.
- Utilizar sitios web oficiales y seguros de compañías reconocidas.
- Mantener segura la información personal y financiera, evitando proporcionarla a través de correos electrónicos no solicitados, enlaces desconocidos o sitios web no verificados.
En caso de sospechar que has sido víctima de una estafa, es importante actuar rápidamente y verificar con tu entidad bancaria si se ha producido algún movimiento sospechoso en tu cuenta. La precaución y el sentido común son fundamentales, ya que, si una oferta parece demasiado buena para ser verdad, probablemente lo sea.