En el hardware y el software de ordenador, la disponibilidad se refiere al «tiempo de actividad» global del sistema (o características específicas del sistema). Por ejemplo, un ordenador personal puede considerarse «disponible» para su uso si su sistema operativo está arrancado y en funcionamiento.
Aunque relacionado con la disponibilidad, el concepto de fiabilidad significa algo diferente. La fiabilidad se refiere a la probabilidad general de que se produzca un fallo en un sistema en funcionamiento. Un sistema perfectamente fiable también disfrutará de una disponibilidad del 100%, pero cuando se producen fallos, la disponibilidad puede verse afectada de diferentes maneras dependiendo de la naturaleza del problema.
La capacidad de servicio también afecta a la disponibilidad. En un sistema reparable, los fallos pueden detectarse y repararse más rápidamente que en un sistema inservible, lo que significa menos tiempo de inactividad por incidente en promedio.
Niveles de disponibilidad
La forma estándar de definir los niveles o clases de disponibilidad en un sistema de red informática es una «escala de nueves». Por ejemplo, un 99% de tiempo de actividad se traduce en dos nueves de disponibilidad, un 99,9% de tiempo de actividad en tres nueves, y así sucesivamente. La tabla que se muestra en esta página ilustra el significado de esta escala. Expresa cada nivel en términos de la cantidad máxima de tiempo de inactividad por año (sin salto) que se podría tolerar para cumplir con el requisito de tiempo de actividad. También se enumeran algunos ejemplos del tipo de sistemas que se están construyendo y que comúnmente cumplen con estos requisitos.
Al hablar de los niveles de disponibilidad, tenga en cuenta que el marco de tiempo global (semanas, meses, años, etc.) debe especificarse para dar el mayor significado. Un producto que alcanza un tiempo de actividad del 99,9% en un período de uno o más años ha demostrado ser mucho más eficaz que uno cuya disponibilidad sólo se ha medido durante unas pocas semanas.
Disponibilidad de la red: Un ejemplo
La disponibilidad siempre ha sido una característica importante de los sistemas, pero se convierte en una cuestión aún más crítica y compleja en las redes. Por su naturaleza, los servicios de red se distribuyen comúnmente a través de varios ordenadores y también pueden depender de otros dispositivos auxiliares.
Por ejemplo, el Sistema de Nombres de Dominio (DNS), utilizado en Internet y en muchas redes privadas de intranet para mantener una lista de nombres de computadoras basada en sus direcciones de red. DNS mantiene su índice de nombres y direcciones en un servidor llamado el servidor DNS primario. Cuando sólo se configura un único servidor DNS, un fallo del servidor quita toda la capacidad DNS de esa red. DNS, sin embargo, ofrece soporte para servidores distribuidos. Además del servidor primario, un administrador también puede instalar servidores DNS secundarios y terciarios en la red. Ahora, una falla en cualquiera de los tres sistemas es mucho menos probable que cause una pérdida completa del servicio DNS.
Aparte de las caídas del servidor, otros tipos de interrupciones de la red también afectan a la disponibilidad del DNS. Los fallos de enlace, por ejemplo, pueden hacer que los clientes no puedan comunicarse con un servidor DNS. No es raro en estos escenarios que algunas personas (dependiendo de su ubicación física en la red) pierdan el acceso al DNS, pero otras no se vean afectadas. La configuración de varios servidores DNS también ayuda a tratar estos fallos indirectos que pueden afectar a la disponibilidad.
Bradley Mitchell
Disponibilidad percibida y alta disponibilidad
Las interrupciones no son todas iguales: El momento en que se producen los fallos también juega un papel importante en la percepción de la disponibilidad de una red. Un sistema de negocio que sufre frecuentes interrupciones durante el fin de semana, por ejemplo, puede mostrar números de disponibilidad relativamente bajos, pero este tiempo de inactividad puede ni siquiera ser notado por la mano de obra regular. La industria de las redes utiliza el término alta disponibilidad para referirse a sistemas y tecnologías especialmente diseñados para la fiabilidad, disponibilidad y facilidad de servicio. Estos sistemas suelen incluir hardware redundante ( , por ejemplo, discos y fuentes de alimentación) y software inteligente ( , por ejemplo, equilibrio de carga y funcionalidad de conmutación por error). La dificultad para lograr una alta disponibilidad aumenta drásticamente en los niveles de cuatro y cinco nueves, por lo que los proveedores pueden cobrar una prima de coste por estas funciones.