Barcelona se prepara para volver a ser el epicentro global de la innovación tecnológica con la celebración del Mobile World Congress 2025, que tendrá lugar del 3 al 6 de marzo en Fira Gran Via. Este año, el evento reunirá a más de 95.000 visitantes y contará con la participación de casi 3.000 empresas, todas dispuestas a mostrar las últimas novedades en un mercado que no deja de evolucionar. Sin embargo, si hay un tema que acapara la atención este año, es sin duda la inteligencia artificial (IA), que se erige como el gran protagonista de la feria.
«Va a ser imprescindible que en cada estand aparezca la inteligencia artificial», afirma César Córcoles, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Y es que, aunque las empresas guardan celosamente sus novedades para mantener la expectación, ya se vislumbran algunas tendencias que marcarán el futuro de la tecnología. Estas son las claves del Mobile World Congress 2025 que ha compartido este profesor en los días previos al evento.
Índice de contenidos
Mobile World Congress 2025: la estrella será la inteligencia artificial
Agentes de IA: más allá de los chatbots
La inteligencia artificial vive una revolución dentro de su propia evolución. Los asistentes virtuales, que hasta ahora se limitaban a interactuar con los usuarios a través de texto o voz, están dando un salto cualitativo hacia la autonomía. «Nos van a hablar mucho de agentes con capacidad de hacer las cosas ellos mismos», adelanta Córcoles. Estos nuevos asistentes no solo responderán preguntas, sino que también ejecutarán tareas de manera independiente, lo que supone un cambio radical en la forma en que interactuamos con la tecnología.
Sin embargo, este avance no está exento de desafíos, especialmente en materia de privacidad y seguridad. Para abordar estas preocupaciones, los desarrolladores están combinando la computación en la nube con la ejecución local en los dispositivos de los usuarios. Aquí entra en juego la NPU (Neural Processing Unit), un componente que ya incorporan muchos móviles y ordenadores para procesar aplicaciones de IA directamente en el dispositivo. Aunque esto no resuelve completamente los problemas de privacidad, ya que los usuarios no siempre saben qué partes del proceso se ejecutan en local y cuáles en la nube, la tendencia apunta hacia una mayor autonomía de los dispositivos.
Smart home: el reto de la interoperabilidad
La domótica es otra de las grandes apuestas del futuro, pero su crecimiento está lastrado por un problema clave: la falta de interoperabilidad entre dispositivos de diferentes fabricantes. «A no ser que te cases con el ecosistema de un único fabricante, vas a tener dolores de cabeza a la hora de integrar distintos dispositivos de smart home«, explica Córcoles. Este es uno de los principales obstáculos que la industria debe superar para que la casa inteligente se convierta en una realidad masiva.
No obstante, hay motivos para el optimismo. Rumores sugieren que Amazon está trabajando en una nueva versión de Alexa basada en modelos de lenguaje avanzados, lo que podría convertir a los asistentes del hogar en herramientas mucho más inteligentes y funcionales. Este avance podría impulsar la adopción de la domótica, siempre y cuando se resuelvan los problemas de compatibilidad entre dispositivos.
Robots inteligentes: ¿humanoides o aspiradores?
La robótica es otro campo que está experimentando avances espectaculares, especialmente gracias a la integración de la inteligencia artificial. «Se ha avanzado muchísimo, hemos visto cómo va mejorando el perro de Boston Dynamics en cada versión», ejemplifica Córcoles. Sin embargo, el experto cree que el futuro de la robótica no pasa necesariamente por los robots humanoides, que, aunque son visualmente impactantes, no siempre ofrecen una utilidad práctica.
«El modelo Roomba va a ser el que siga funcionando en el mercado, porque ya nos hemos acostumbrado y le vemos utilidad», afirma. En este sentido, la tendencia apunta hacia robots domésticos más pequeños y funcionales, como aspiradores equipados con brazos robóticos para mejorar su interacción con el entorno. Aunque los humanoides seguirán avanzando, su elevado precio (entre 15.000 y 20.000 euros) los mantendrá lejos de los hogares de la mayoría de los consumidores.
Coches autónomos y conectados
El Mobile World Congress 2025 también se ha convertido en un escaparate para los avances en movilidad. En el Mobile World Congress 2025 se esperan novedades relacionadas con los coches autónomos y conectados, especialmente en lo que respecta a su hardware y tecnología. «Me interesa ver hasta qué punto seguimos hablando de pantallas táctiles en el coche, porque ya han dado problemas, y los botones son un gran invento para muchas de las funcionalidades que ahora se esconden en la pantalla», comenta el profesor de la UOC.
Además, el experto anticipa una batalla entre gigantes tecnológicos por conquistar las pantallas de los vehículos, que se convertirán en centros de entretenimiento y consumo cuando la conducción autónoma sea una realidad. «Si dejamos de conducir, será un sitio más en el que consumir medios», explica. Esta tendencia abre la puerta a nuevas oportunidades para empresas como Sony y Xiaomi, que ya están explorando este mercado.
Por otro lado, la pugna entre Estados Unidos y China en el sector de los coches eléctricos y autónomos también estará presente en el MWC 2025. Mientras China lidera en producción de vehículos eléctricos, su acceso limitado a hardware occidental podría ralentizar su avance en la autonomía, beneficiando a las marcas estadounidenses y europeas.
Dispositivos convergentes: más allá del smartphone
El Mobile World Congress 2025 también será testigo de la búsqueda de nuevos formatos para interactuar con la tecnología. «Cada vez más gente mira las novedades y ve que la cámara tiene 8 megapíxeles más, y que no se justifica gastar los 1.200 o 1.600 euros del nuevo dispositivo», señala Córcoles. Por ello, los fabricantes están explorando alternativas como los smart rings (anillos inteligentes) y las smart glasses (gafas conectadas).
Los anillos inteligentes, enfocados en el cuidado de la salud y el estilo de vida activo, podrían convertirse en uno de los próximos grandes productos de consumo. Sin embargo, tendrán que competir con las gafas conectadas, como las Ray-Ban Meta, que podrían ganar terreno si logran integrar bien la inteligencia artificial. «Que el dispositivo sepa hacia dónde estás mirando sin que lo tengas en la mano puede ser interesante, pero hay problemas de interacción que no están resueltos todavía», advierte el experto.