En todos lados podemos encontrar noticias de personas que dan consejos para operar con Bitcoin, Ethereum u otras monedas digitales. Lo que antes podía llegar a parecer una escena futurista, ahora ha llegado para quedarse en el manejo de nuestras finanzas personales. De hecho, son muchos los cambios que ha traído y que repasaremos a continuación.
En primer lugar, la tecnología es una aliada indispensable de nuestra vida cotidiana. De hecho se ha introducido en diversos aspectos, desde el regalo ideal para San Valentín hasta la manera en la que nos desempeñamos profesionalmente, pudiendo trabajar de forma remota para empresas de todo el mundo. ¿Cómo explicar todo esto?
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El rool de la pandemia de Covid-19
La llegada del Coronavirus en 2020 alteró los planes de todo el mundo y eso no es ninguna novedad. Sin embargo, no se puede negar que una de las consecuencias más evidentes es la aceleración de la digitalización. Si bien ese fenómeno se viene observando desde principios del siglo XXI, la curva se ha acelerado de forma exponencial.
De acuerdo a diversos especialistas y analistas, el año 2020 era considerado el año de “el gran salto digital”, pero la llegada de la pandemia radicalizó ese cambio, convirtiendo a la conexión a internet tan vital como el suministro eléctrico o el gas para millones de personas. La educación a distancia, el trabajo remoto, las transferencias en línea, las consultas médicas por videollamada. La lista de cambios podría ser interminable.
En ese sentido, operar con criptodivisas es una de las grandes secuelas que se pueden observar a simple vista. Mientras que para muchos se trataba de una moda pasajera o una burbuja financiera, estos nuevos activos se han visto fortalecidos por la llegada del Covid-19 y la necesidad de operar sin trabas burocráticas en un contexto de emergencia.
El boom de las criptomonedas
Así entonces, encontraremos que a partir del año 2020 el uso de las monedas digitales como Bitcoin se ha popularizado de gran manera, incluso más que la plataforma de videollamadas Zoom. Según diversas estadísticas, en apenas un año el uso de criptomonedas llegó a multiplicarse por ocho, lo que es difícil de encontrar en otros métodos e instrumentos financieros.
Además de la pandemia, también se debe mencionar el rendimiento histórico que tuvieron muchas de las monedas digitales en un contexto de recesión económica como el 2020. Bitcoin, la primera criptomoneda del mundo creada en 2009 por un desarrollador anónimo, ocupó los portales de todo el mundo al llegar a máximos históricos.
Eso tuvo consecuencias inmediatas: empresas como Paypal empezaron a aceptarlas en su plataforma, al igual que otras industrias como el turismo, el entretenimiento online, el sector inmobiliario, el rubro automotriz y mucho más. De hecho, algunos bancos digitales también actualizaron su propuesta y hoy comprar criptomonedas es tan sencillo como deslizar el dedo índice sobre la pantalla como si fuera un match en Tinder.
Este boom, además, puede encontrarse en países densamente poblados. En India, por ejemplo, el 18% de la población posee Bitcoin, lo cual es una gran cifra teniendo en cuenta que para el año 2019 ese número era de apenas un 7%. Este aumento incluso se mantiene a pesar de la característica sumamente volátil de este tipo de activos.
Otros casos de gran aumento de uso de criptomonedas son, por supuesto, Estados Unidos, Alemania o Corea del Sur. España no se queda atrás, con un 14% de personas encuestadas utilizando criptomonedas contra un 10% hace apenas dos años. China también ha tenido un aumento en este tiempo, aunque las diversas restricciones del gobierno de ese país le juegan en contra.
¿Cuáles son las ventajas de operar con criptomonedas?
En tiempos de pandemia, muchas personas se dieron cuenta de las ventajas intrínsecas que la naturaleza misma de las criptomonedas tenía. Al ser un activo financiero descentralizado, no depende de la autorización de ningún organismo central, así como tampoco de un gobierno o autoridad. Las operaciones se validan dentro de la misma red, dando mayor seguridad y velocidad a las mismas.
Ahora que la pandemia ha retrocedido a nivel mundial, muchas personas han adoptado de todas formas este método para invertir, operar, ahorrar e incluso como forma de pago. En países con problemas de inflación y devaluación, como es el caos de muchas naciones latinoamericanas, monedas como Ethereum, Bitcoin e incluso las stable coins se convirtieron en una reserva de valor.
Así, ante los inconvenientes para hacerse con dólares u otras monedas, los inversores se volcaron a las criptomonedas con el fin de conservar el valor de sus activos, al mismo tiempo que en el caso de las divisas volátiles puede ser una estrategia para ganar dinero en un corto plazo.
Otra ventaja indudable es la facilidad para operar con ellas. Mientras que hace unos años el gran problema de las monedas digitales eran los conocimientos que se necesitaba para utilizarlas, en los últimos años el sector Fintech ha diseñado herramientas como los monederos digitales que permite que cualquiera pueda comprarlas y venderlas.
Como hemos señalado anteriormente, muchos bancos digitales añadieron ese servicio, así como plataformas de pago en línea. Como si se eligiera la moneda dólar o euro, ahora también podemos disponer de Bitcoin para realizar nuestros movimientos.
¿Qué es lo que vendrá?
Para finalizar, es inevitable pensar en el futuro de este sector tan dinámico y cambiante. Lo cierto es que no se puede hacer futurología con un sector que está en expansión y cambio constante. Para muchos, es algo similar al surgimiento de internet en la década de los 90 a nivel masivo. ¿Quién podría en ese momento imaginar lo que ocurría en la actualidad?
Sin embargo, hay algunas conclusiones que ya se pueden ver a simple vista. Por ejemplo, el ingreso de los más jóvenes a los mercados. De acuerdo a diversas estadísticas, la edad para operar es mucho menor que la de sus padres cuando comenzaron a interesarse en el mundo financiero. Las facilidades tecnológicas, claro, son las que marcan la diferencia.
Ese fenómeno puede verse incluso por fuera de las criptomonedas: comprar y vender acciones en la Bolsa, operar en Forex, ingresar al mundo de las Operaciones Binarias, Fondos de Inversión e incluso bancos que ofrecen planes diseñados para sus clientes. Todo en un mismo lugar: tu teléfono móvil.
Por último, otra consecuencia inmediata es el aprovechamiento de otros sectores. El caso más evidente es el de la industria turística, la cual fue una de las más golpeadas por la pandemia. En sus planes de reactivación, incluyen propuestas que buscan captar a los tenedores de estos activos. El caso de El Salvador como país que adoptó a Bitcoin como dinero de curso legal en el mismo status que el dólar podría ser la punta de un ovillo que no sabemos dónde terminará.
Si estás interesado en introducirte en este mundo, te recomendamos que investigues las diferentes opciones y qué recursos son los que tienes a disposición. Recuerda que en el mundo financiero no existen las fórmulas mágicas, por lo que no te convertirás en millonario de un día para el otro. Después de todo, invertir no tiene nada que ver con la lotería.