La ciberdelincuencia está por todos los lados y puede que en algún momento nos toque a nosotros como usuarios. Así que además de antivirus y sistemas de defensa, puede ser el momento de pensar en la posibilidad de tener un servidor proxy o un VPN. Estas herramientas nos aportarán un extra de privacidad y seguridad en nuestra navegación por internet.
Aunque ambos servicios comparten ciertas similitudes, también tienen diferencias fundamentales que los hacen más adecuados para situaciones específicas. Así que toca mirar al detalle cómo funcionan estos sistemas y cuándo se debe optar por uno u otro.
Índice de contenidos
¿Qué es un servidor proxy?
Un servidor proxy actúa como un intermediario entre tu dispositivo y el sitio web o servicio al que intentas acceder. Cuando utilizas un proxy, tus solicitudes de conexión se envían primero al servidor proxy, que luego las retransmite al destino deseado. El servidor proxy también puede recibir respuestas del sitio web y devolverlas a tu dispositivo.
Usos principales de un servidor proxy
- Ocultación de la dirección IP: Los proxies pueden ocultar tu dirección IP real, asignándote una nueva que corresponde al servidor proxy.
- Acceso a contenido restringido: Permiten el acceso a contenido bloqueado geográficamente.
- Filtrado de contenido: Algunas organizaciones usan proxies para bloquear el acceso a ciertas páginas web.
- Aceleración del ancho de banda: Los proxies de caché almacenan copias de sitios web frecuentemente visitados, mejorando los tiempos de carga.
¿Qué es una VPN?
Una red privada virtual (VPN, por sus siglas en inglés) va más allá que un proxy al crear un túnel cifrado entre tu dispositivo y el servidor VPN. Esto significa que todos los datos transmitidos entre ambos están protegidos, lo que hace que sea extremadamente difícil para terceros interceptar tu información.
Usos principales de una VPN
- Cifrado de datos: Una VPN protege tu conexión mediante algoritmos avanzados de cifrado, garantizando la privacidad de tus datos.
- Acceso seguro a redes remotas: Ideal para conectarse a redes corporativas desde cualquier ubicación.
- Ocultación de la dirección IP: Como los proxies, una VPN también puede ocultar tu IP real.
- Bypass de restricciones geográficas: Te permite acceder a contenido bloqueado en tu región, como servicios de streaming o sitios web.
Diferencias clave entre un proxy y una VPN
- Nivel de seguridad: Los proxies solo ocultan tu IP, mientras que las VPN cifran todo tu tráfico de internet, ofreciendo mayor protección contra ciberamenazas.
- Cobertura: Los proxies suelen configurarse para aplicaciones o navegadores específicos, mientras que las VPN protegen todas las actividades de tu dispositivo.
- Velocidad: Los proxies pueden ser más rápidos en conexiones simples, pero las VPN, debido al cifrado, pueden generar una ligera disminución en la velocidad de navegación.
- Costo: Aunque hay opciones gratuitas para ambos, las VPN suelen ser un servicio premium debido a su infraestructura y capacidades avanzadas.
¿Qué elegir según tus necesidades?
Para ilustrar cómo decidir entre un proxy y una VPN, consideremos el caso un usuario estándar que además de poder teletrabajar en casa, también utiliza el PC para mirar contenido variado en la web y, de paso, echar unas partidas.
En términos de teletrabajo, es normal que uno se conecte a la red corporativa de su empresa y transmitir información confidencial. En este caso, una VPN es la opción ideal, ya que asegura que toda la comunicación esté cifrada y protegida contra posibles ataques.
Cuando se quiere acceder a contenido restringido por región, como plataformas de streaming extranjeras, tanto un proxy como una VPN podrían funcionar. Sin embargo, si también preocupa la privacidad de su actividad, una VPN sería más adecuada.
En el caso de los videojuegos, donde la baja latencia es crucial, un proxy podría ser más ágil para evitar demoras. No obstante, si se juega en redes Wi-Fi públicas, hay que considerar proteger la conexión ante posibles ataques, es ahí donde la VPN sería una mejor opción.
- Opta por un servidor proxy si:
- Solo necesitas ocultar tu IP o acceder a contenido bloqueado geográficamente.
- Buscas una solución rápida y específica para una aplicación o navegador.
- Elige una VPN si:
- Quieres una protección completa de tu conexión a internet.
- Manejas información sensible, ya sea por trabajo o para proteger tu privacidad.
- Utilizas redes públicas o necesitas una solución integral para varios dispositivos.
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